sábado, 20 de noviembre de 2010

PASTORAL LITURGICA (II)-HISTORIA

La Pastoral Litúrgica surgió como tendencia dentro del Movimiento Litúrgico, cuando San Pío X recordó en 1903, que la participación de los fieles en la Liturgia es la fuente primera e indispensable del espíritu cristiano[1]. El Concilio Vaticano II asumió este ideal[2] para hacer de él el principal objetivo de la reforma litúrgica[3].

Al proponerse el Vaticano II “fomentar todavía más la Pastoral Litúrgica en la Iglesia”[4], no solo consagra esta particular acción eclesial, sino que reconoce su actividad ejercida en el movimiento litúrgico previo al Concilio. Efectivamente, la Pastoral Litúrgica surge, como se ha apuntado, a inicios del siglo XX con el deseo que el pueblo cristiano participe activamente en el culto. El apostolado litúrgico preconciliar y la reforma litúrgica del Vaticano II harán posible aquel anhelo y desarrollarán la Pastoral Litúrgica en el ancho campo de la acción pastoral y en el ámbito estricto de la celebración de los cristianos.

Hoy se reconoce que la reforma litúrgica del Vaticano II ha sido recibida y aplicada en todas partes con entusiasmo, ya que había necesidad y deseos de cambios profundos en la Liturgia, expresados con anterioridad por Pastores, especialistas y fieles. De hecho, había sido preparada por algunas reformas litúrgicas parciales bajo el Pontificado de los últimos Papas, por la experiencia litúrgica vivida en los monasterios, grupos de laicos y parroquias y por numerosos estudios dedicados a este tema[5]. La Constitución Sacrosantum Concilium sobre la Liturgia fue el primer fruto del Concilio y el de más largo alcance, consecuencia – como apunta el mismo Documento – de los trabajos previos: “Una concienzuda investigación teológica, histórica y pastoral” sobre la Liturgia y la “experiencia adquirida” en el movimiento litúrgico[6]. Al promulgar Pablo VI dicha constitución el 4 de diciembre de 1963, el movimiento litúrgico dio paso a la reforma conciliar de la Liturgia. Desde entonces, la Liturgia ha sido fomentada por la jerarquía, promovida por los responsables de la acción pastoral y estudiada con dimensión teológica en diversos centros de estudio. Esto ha dado lugar a una nueva comprensión de la Liturgia y a la formulación de una renovada Pastoral Litúrgica[7].


[1] Cf. Supra, nn 15-20 del capítulo I

[2] Cf. SC 14

[3] Cf. Ibíd. 11, 14, 19, 21

[4] Ibid. 43

[5] I. Oñatibia, La Reforma Litúrgica desde San Pío X hasta el vaticanos II, en C. Morcillo, Comentarios a la constitución sobre la Sagrada Liturgia, Madrid, 1965, p. 84

[6] SC 23

[7] Cf. R. Vaillancourt, Bilán de la réforme liturgique de Vatican II, Montréal 1986, p. 5

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